domingo, 22 de enero de 2012

Y Gritaron tres mil más que cuarenta mil

Invasion Sevillista en el Benito Villamarin, partido completo hasta la expulsión, afición de traca, errores de remate que por desgracia nos están costando partidos, pero este es mi Sevilla, no espero que los críticos le den tregua, pero no lo esta haciendo tan mal como algunos dicen, y sobre todo hay algún aficionado sevillista que se cabrea desde la previa. Tranquilizarse que todo se arreglara.
Crónica Orgullo de Nervion
Un gran Sevilla en la primera mitad no fue suficiente para que el equipo de Marcelino ganara los tres puntos en Heliópolis e hiciera del encuentro ante el Betis un punto de inflexión en cuanto a resultados. La mejora en el juego resulta evidente. Marcelino parece haber encontrado el esquema de juego que quiere, pero, sin embargo, ya son cinco partidos consecutivos en Liga sin ganar.

R. Betis    1    Sevilla F. C.    1
1 - Real Betis
Casto; Isidoro, Cañas, Dorado, Nacho; Juanma (Salva Sevilla, m. 69), Beñat (Jorge Molina, m. 82), Iriney, Jefferson Montero (Pozuelo. m. 59); Rubén Castro y Santa Cruz.
1 - Sevilla F. C.
Varas, Coke, Fazio, Spahic, Navarro, Navas, Medel, Trochowski (Rakitic, m. 59), Luna (Cáceres, m. 70); Reyes y Negredo (Hiroshi, m. 82).
Goles
1-0, m. 25: Beñat, de falta directa. 1-1, m. 41: Negredo.
Árbitro
Velasco Carballo (C. Madrileño). Amonestó a Iriney, Isidoro, Beñat, Nacho, Rubén y expulsó a Fazio en el minuto 68 por doble tarjeta amarilla
Incidencias
Noche fría y despejada. Terreno de juego en perfectas condiciones. 44.890 espectadores en el Benito Villamarín. Partido correspondiente a la primera vuelta, aplazada en su día por la huelga de los futbolistas.
Comenzó el derbi el Sevilla yendo a por el partido desde el principio, con hasta tres claras ocasiones en los primeros ocho minutos, dominando el juego y mostrando su su mejor cara. El equipo de Marcelino se hizo dueño y señor del duelo a las primeras de cambios y a punto estuvo de doblegar al rival con un fútbol de bastante intensidad. El primero en avisar fue Álvaro Negredo, que tuvo hasta dos oportunidades para marcar, pero Casto, bien colocado, logró desviar el balón en ambas ocasiones; después, sería Navas el que desde fuera del área puso el «huy» en la grada. Había transcurrido 20 minutos y el Sevilla se asemejaba al de la primera parte ante el Español: buen juego, intensidad, rápidos robos de balón, eléctricos ataques y... pésimos remates.

El Sevilla se desgañitaba y el Betis trataba de encontrar oxígeno a base de envíos de balones largos. Y en una de esas, en un contragolpe que intentaba parar Fazio (hizo falta a Rubén Castro) el conjunto de Pepe Mel se puso por delante en el marcador. Beñat, en el minuto 25, puso el balón imposible para Varas en una falta directa. A continuación llegaron los perores momentos para el Sevilla, golpeado  por el tanto del conjunto local y angustiado por fallar tantas ocasiones claras. La brillantez del equipo nervionense en su juego se pagaba con el tanto del Betis y los hombres de rojo parecían haber dicho basta.

Sin embargo, los de Nervión, liderados por un gran Reyes, se volvieron a poner el traje de la constancia, el de la perseverancia y el empeño y se volvieron a ir a por la portería de Casto. Le tocó entonces el turno a Luna, que aprovechó un error de Iriney en el minuto 30 y puso en aprietos al meta bético. Después Fazio, en el 38, remató un balón de cabeza dentro del área pequeña, al que Casto volvió a responder con éxito. Parecía el cuento denunca acabar. Hasta que Negredo, en un magnífico centro de Navas, puso el balón en las mallas y el júbilo de un Marcelino que ya no se acordaba lo que era celebrar un gol.
En la segunda mitad, y con los mismos jugadores, el Betis montó una primera contra que a punto estuvo de lograr su segundo gol. El ecuatoriano Jefferson Montero, tras una buena triangulación, no estuvo fino en el remate y tiró por arriba de la meta de Varas. El duelo se igualó, en gran parte por la bajada en la intensidad física del Sevilla, y el conjunto verdiblanco lo aprovechó para intentar hacer el juego que mejor le convenía (a través de rápidos ataques). Con apenas tres pases llegaban al área sevillista y ponían en aprieto a la defensa. Y fue así como llegó la expulsión de Fazio, al ver su segunda amarilla al intentar parar a Santa Cruz. Corría el minuto 68 y el partido se le ponía cuesta arriba al Sevilla. Marcelino optó por dar entrada a Cáceres por Luna (antes había metido en el campo a Rakitic por Trochowski) y desplazó a Reyes a la banda izquierda.
El Sevilla tuvo en esos momentos los más complicados del envite, con un Betis «obligado» a ir por el partido con un hombre más. Se llegó a los últimos diez minutos del partido con las espadas en todo lo alto y con dos cambios, curisoamente, por los dos jugadores que habían marcado. Hiroshi entró por Negredo y Jorge Molina por Beñat. Los nervios se apoderaron de los dos equipos y el miedo a no perder comenzó a hacer mella en los jugadores. El japonés se colocó como hombre más adelantado e intentó, de todas las maneras posibles, coger algún balón. Pero ya parecía imposible. Los dos equipos dieron por bueno el empate y el colegiado, Velasco Carballo, dio por finalizado el duelo.

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