Predican los gurús por toda España, el odio que le tiene
ciertas aficiones al Sevilla, es sin duda un tema a estudiar horas después de
que mi Sevilla consiguiera su cuarto titulo Europeo.
El hombre vive de magia, de fortuna y trabajo, el que lo
tiene todo siempre fue envidiado, jamás se envidio al que no tuvo nada, pues la
envidia es tan material que se basa solo en lo que tienes o no tienes y desean
los demás.
Francamente este Sevilla es envidiado por que va dejando en
la cuneta las ilusiones de muchos equipos, desde nuestra primera Uefa son
muchos equipos los que han ido cayendo ante el todopoderoso Sevilla europeo.
Entre las aficiones de estos equipos lo normal es crear animadversión,
porque como ya he dicho el equipo pequeño solo resulta gracioso, pero el que te
gana en justa medida es motivo de envidia, aclarar que todas las envidias no
son malas, algunos nos miran desde el altar con la envidia sana de ser como
nosotros algún día, pero mas allá de esto, equipos, como Shakhtar, Tottenham,
Boro, Osasuna, Español, Oporto, Valencia, Benfica, Barcelona, Madrid, At de
Madrid y tantos otros fueron robados en su propia casa, les robaron la ilusión
de un titulo, algo tan maravilloso para nosotros y tan catastrófico para ellos,
que verdaderamente es lo que nos hace grandes y a la vez tan odiados.
Hoy me he despertado queriendo mucho al Sevilla, pero también
queriéndoos mucho a ustedes, los sevillistas, la fiel infantería, la que nunca
te abandona, los 27000 fijos, los de segunda, los que no ganaban títulos, los
que lloraban por un descenso, por un ascenso o por una bala perdida, os quiero
desde lo mas profundo de mi corazón, levantad la cabeza porque somos ladrones
de ilusiones y Viva el Sevilla.