Creía que estábamos en una final, pero un maldito gol maño
faltando tres minutos hicieron saltar las lagrimas de mis ojos, cuantas
lagrimas cayeron ese día, de dolor, de rabia de orgullo, esa impotencia de
saber cuando nos llegaría otra oportunidad, esa sensación de que jamás llegaría
nuestro momento.
Las maldiciones jamás quedaban ahí, que mal lo pasamos con el
descenso administrativo, no pensaba que las cosas pudieran dar tanto dolor
deportivo, no pensaba que mi Sevilla podía desaparecer, rabia e impotencia de
no poder ayudar, de no tener armas para luchar por un sentimiento que nos
embargaba a todos.
Gracias a Dios cada piedra se superaba con un salto y salíamos
de ese hoyo y nos ponían una zancadilla
desde la federación, arbitrajes demenciales, mala suerte y malas decisiones nos
hacen descender deportivamente y sufrir un dolor tremendo en el campo del Real
Oviedo, imagen que se quedara grabada para la historia del sevillismo.
El dolor de ver a mi Sevilla en esas circunstancias, el
insulto continúo tanto del Mesías del Betis como de la prensa afrancesada,
hacen que ese ascenso vivido en gol
Norte, ese gol norte tan denostado, se convierta en una de la mayores fiestas
del sevillismo, 300000 personas en la calle, con un calor de justicia esa ducha
de los bomberos de Sevilla en las cabezas de los sevillistas que pasábamos por allí,
ese Kas de naranja y kas de limón en los semáforos nos llevaban a soltar rabia
contenida, rabia y alegría que duran poco, puesto que de nuevo una mala
temporada y una mala gestión nos condenaba al descenso.
Quien imaginaria que un acierto de nuestro presidente en
aquel momento, un hombre de club, un señor como Alex, se trae a un hombre de la
casa como J.Caparros, para que este nos lleve en volandas hacia la primera división,
ascenso de nuevo muy celebrado, pero en definitiva nada nuevo en el horizonte.
Pero esa vela encendida, traería algo que nos iluminaria el
camino a la gloria, Don Joaquín hace un equipo con jugadores del ascenso a
segunda y con fichajes de no mucho nombre, y consigue mantener la categoría dando
un partido de relumbrón en el campo del Barca y ganando cero a tres, mas allá
de eso con Del nido como presidente y otras perspectivas en los fichajes, se
consiguen hacer equipos para clasificarnos durante dos años para competición Europea.
La venida de jugadores con mas nombre, de algunas revelaciones como Julio Baptista,
el descubrimiento de canteranos, como Navas, Ramos o Puerta, señalan el camino
de la gloria al Sevilla, aunque todavía no le abre la puerta.
Este ultimo año con la clasificación conseguida in extremis,
se apuesta por abrirle la puerta a Caparros y contratar a Juan De Ramos.
Que podría contar de las finales vividas hasta el día de hoy,
las evitare porque estas si las hemos vivido todos, la lagrimas desbordadas en
Holanda, esas lagrimas que nos dieron el primer titulo en mas de sesenta años,
fueron para tantos familiares fallecidos, tantas penalidades, tantos
infortunios, fueron las misma lagrimas de quien vio a Biri Biri, a Scota, a
Rubio, Esparrago, San Jose, Lora, Bertoni, Gallego, quien vio a Maradona no
ganar nada en el Sevilla, pero también vio a Luis Aragonés y a Miguel Muñoz.
Ahora que son las diez y media de la noche de un martes vísperas
de una final, después de dos copas del Rey, una supercopa de España, tres E. League
y una supercopa de Europa, ahora mismo me bajo al suelo me pongo de rodillas y
rezo, rezo con la humildad de quien sabe lo difícil que es ganar una final, los
nervios que hemos pasado en todas, pero además los resultados obtenidos,
gracias a la misma humildad, con la que mañana debe de salir el Sevilla en
Varsovia.
Si me pedís mi opinión, el Sevilla no ha ganado nada, es mas
cuando pite el arbitro el Sevilla será el de los tres minutos antes del
Zaragoza, será ese equipo hasta que el arbitro pite el final, y si tenemos
suerte por nuestro trabajo y el resultado nos favorezca, entonces me acordare que
nuestro Sevilla es el Grande de Europa.