sábado, 8 de diciembre de 2012

Sin tetas no hay paraíso




Si ni se vende bien, ni se compra lo que se necesita, es imposible que este Sevilla carbure. Sigue demostrado que solo tenemos un delantero, que además no es muy del gusto de la mayoría de la afición pero del que no podemos prescindir ni por un resfriado.
Mala planificación, falta de coherencia en los fichajes, un entrenador que quiere solo mediocampistas y se olvida de lo más importante que son los goles, y todo esto lastra a un Sevilla a la mediocridad más absoluta.

Espero por el bien del Sevilla que alguien cambie algo, porque me veo en la mitad de la tabla hasta el final y con una deuda y una planificación de  equipo de descenso para el año que viene, y si no que se lo digan a Cajasol


Crónica Orgullo de Nervion

El Sevilla llegaba a Cornellá con la intención de revertir la mala dinámica que venía desarrollando en Liga. Pero, inesperadamente, se encontró con un enemigo más: Muñiz Fernández. El colegiado, con el que el conjunto sevillista ha perdido más que ha ganado históricamente y varias veces sin motivos deportivos, pareció iniciar el encuentro decidido a convertirse en protagonista del mismo. Al poco de empezar, señalaba un cuestionable penalti sobre Verdú, que transformaba el propio jugador catalán. Diez minutos después, seguramente a sabiendas de su error, compensaba a los sevillistas con otro penalti que Rakitic no desaprovechó para empatar el encuentro. Y, poco antes de finalizar la primera parte, expulsaba a Reyes en una circense decisión, mostrándole una segunda amarilla al utrerano, argumentando que había sacado una falta sin su permiso, cuando el propio Muñiz, segundos antes, ya había pitado. En la segunda parte el Sevilla lo intentó, pero, cuando mejor estaba, a pesar de tener uno menos, Fazio y Diego López erraban en un córner, permitiendo que el Español volviera a adelantarse. Pero, cuando parecía que llegaría una nueva derrota sevillista, apareció un Negredo salvador en el descuento para regalar un punto que, ciertamente, sabe a gloria.



Español- 2
Diego López; Coke, Fazio, Spahic (Manu, m. 35), Fernando Navarro; Kondogbia, Rakitic; Navas, Reyes, Perotti (Rabello, m. 70); y Babá (Negredo, m. 63).
Sevilla FC- 2
Cristian; Javi López, Colotto, H. Moreno, Víctor Álvarez; Víctor Sánchez, Forlín, Verdú, Fonte (Simao, m. 58), Wakaso (Raúl R., m. 83); y Stuani (Longo, m. 57).
Goles
1-0, m. 13, Verdú (p); 1-1, m. 23, Rakitic (p); 2-1, m. 60, Simao; 2-2, m. 92, Negredo.
Árbitro
Muñiz Fernández (C. Asturiano) expulsó a Reyes por doble amarilla (m. 39). Amonestó a Perotti, Fernando Navarro y Negredo por parte del Sevilla; y a Stuani, Colotto, Forlín, Wakaso, Héctor Moreno, por parte del Español.
Incidencias
Partido correspondiente a la 15ª jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio de Cornellá.

Empezó el Sevilla con ganas. Los de rojo presionaban arriba, buscando un robo rápido del cuero cerca de la portería perica. En el minuto cinco, Coke servía a Spahic, al que dejaba en buena situación para el remate, sin embargo, el disparo del bosnio, el primero entre los tres palos del partido, lo despejó Cristian sin demasiados problemas. Los centrocampistas del nervionenses mordían. Pero en esas, Fernando Navarro se pasaba de intensidad y arroyaba a Verdú dentro del área, provocando un penalti que Muñiz (un árbitro que, por costumbre, castiga al Sevilla) no dudó en pitar. El propio Verdú lo transformaba, poniendo las cosas muy difíciles para el equipo de Míchel desde el principio, como ya ocurrió ante el Valladolid. El tanto descentró a los visitantes, más aún cuando el colegiado empezó a señalar cualquier mínimo contacto sobre un futbolista periquito como falta. Pero, cuando peor pintaban las cosas, Stuani derribaba a Babá en el área españolista, Muñiz volvía a señalar pena máxima y Rakitic empataba desde los once metros la contienda. El partido tenía ritmo y los minutos pasaban muy rápido. El Sevilla dominaba, pero el peligro sólo lo llevaba a la meta rival a base de contraataques. En el 38 llegó la jugada polémica del partido. Reyes sacaba una falta en la frontal, con el permiso del árbitro. El utrerano, que ya tenía amarilla, veía la segunda y se iba a la ducha antes de tiempo ante la indignación de sus compañeros y técnicos.
En la segunda parte, el Español arrancó con fuerza, a sabiendas del desconcierto sevillista. El Sevilla estaba aguantando bien. De hecho, por fases, conseguía tener un interesante dominio del esférico. Pero en un córner, una cadena de despistes defensivos, permitió que Simao, que acababa de salir, rematara solo en el área chica. El Español estaba de nuevo por delante en el marcador y el partido se ponía excesivamente cuesta arriba. Así, Míchel decidió mover el banquillo para dar entrada a Negredo y Rabello. En esas, el árbitro volvía a meter la pata al no ver un claro penalti de Héctor Moreno sobre Spahic. Conforme se fue acercando el final del partido, el Sevilla empezó a encerrar al Español. En el 75, Rakitic probaba fortuna desde fuera del área, pero su disparo era atajado, con ciertas dificultades, por el portero rival. A falta de diez minutos, Míchel decidió arriesgar, sacando a un defensa del campo y dando entrada a Manu del Moral.

El Sevilla lo siguió intentando, aunque parecía que el gol no iba a llegar. Pero en el descuento, Coke ganaba la línea de fondo y servía a Negredo para establecer el empate. Un tanto que le da vida a los sevillistas, evitando una tercera derrota consecutiva que, a pesar del arbitraje, habría aumentado el pesimismo que reina en la afición sevillista.

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