viernes, 23 de agosto de 2013

Jaque al enemigo, de dentro o de fuera



Quien dijo que esto iba a ser fácil, quien dijo que la suerte no tiene nada que ver con el futbol, las lesiones en defensa, los fallos de los delanteros que están en periodo de adaptación.

Y sobre todo los arbitrajes, la federación y los mismos malos rollos de siempre, los que piensan que ahora no están Navas ni Negredo para solucionar el tema.

Pero a mi quien me quita la ilusión, la alegría de que vamos hacer algo grande, yo estoy con este equipo ¿ y tu ?.                                              


Crónica Orgullo de Nervion

Trabajada y, por momentos, sufrida la victoria cosechada esta noche por el Sevilla ante el Slask Wroclaw en el partido de ida de los play off de la Europa League. El conjunto sevillista no tuvo una buena noche ante un equipo polaco del que ya avisaron que no sería fácil de batir, y que puso en serios problemas al equipo de Emery poniéndose por delante 0-1. Rakitic empató ante del descanso y, tras la expulsión de un jugador rival, Marin llevó a los suyos hacia una remontada para dejar sentenciada, salvo catástrofe, la eliminatoria. El alemán anotó dos tantos y Gameiro se estrenó como goleador sevillista.


4 - Sevilla FC
Beto; Figueiras, Fazio, Fernando Navarro, Alberto Moreno; Rakitic, Kondogbia (Iborra, m. 15); Jairo (Bacca, m. 61), Marin, Rabello (Perotti, m. 75); y Gameiro.
1 - Slask Wroclaw
Gikiewicz; Ostrowski (Gavish, m. 76), Kokoszka, Pawelec, Dudu; Stevanović (Holota, m. 79), Kaźmierczak; Sobota, Mila, Plaku (Spahic, m. 58); Paixao.
Goles
0-1, m. 15, Paixao; 1-1, m. 35, Rakitic; 2-1, m. 67, Marin; 3-1, m. 84, Gameiro; 4-1, m. 88, Marin.
Árbitro
Manuel Gräfe (Alemania), amonestó a Jairo, Marin y Figueiras, por el Sevilla; y a Paixao, Stevanovic y Plaku, por el Slask. Expulsó a Dudu (m. 55).
Incidencias
Noche calurosas y terreno de juego en perfectas condiciones. Unos 18.000 espectadores en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Partido de ida de los playoff de la Europa League.

Tras el prometedor arranque sevillista, en el que Gameiro estrelló un balón en el portero polaco, todo indicaba que el conjunto de Emery iba a tener una noche agradable. Pero la rápida respuesta polaca y las buenas maneras mostradas por sus jugadores pronto borraron esa idea de la mente de los aficionados locales. Además, a los 15 minutos Kondogbia debía retirarse del campo por una lesión. Entraba Iborra en lugar del francés. Fue hacer el cambio y llegar el tanto del Slask, gracias a un buen remate de cabeza de Paixao, ante el que nada pudo hacer Beto.

El conjunto polaco demostró que no venía de comparsa al Sánchez-Pizjuán. Tras el tanto de los visitantes, llegaron un carrusel de ocasiones sevillistas que no encontraron el fondo de la red. Rakitic, de falta directa, Rabello con un tiro cruzado y Jairo, que estrelló el balón en Gikiewicz en un mano a mano, tuvieron las ocasiones. Sin embargo, el Sevilla estaba muy partido en dos, los mediocentros no se bastaban para controlar el juego y los contragolpes polacos eran muy peligrosos. Un mal pase de Figueiras a Beto a punto estuvo de suponer el 0-2.

Sin embargo, en la que opción que menos parecía que iba a llegar el tanto, Rakitic subió el 1-1 en el marcador. La falta botada por el croata se paseó por el área hasta el fondo de la red sin que nadie llegar. El descanso sirvió para demostrar el descontento con un equipo que estaba cuajando una imagen muy distinta de la ofrecida hace unos días ante el Atlético.

En la reanudación dio un gran susto el Slask, con una buena jugada ante la pasividad sevillista que Beto desvió no sin apuros. No podía superar con facilidad la línea de centro del campo polaca  y sufría con pérdidas de balón frustrantes. El partido cogió mejor color para los de Emery gracias a la expulsión de Dudú por una falta a Jairo siendo el último jugador. El técnico sevillista metió en el campo a Bacca por Jairo, desacertado esta noche.

Marin, el hombre más entonado en los sevillistas, tuvo que llegar para enmendar la situación. En una de sus infinitas internadas, el alemán resolvió con un disparo con el exterior al palo largo de Gikiewicz. Una alegría dentro del mal partido sevillista incluso en superioridad numérica. El rival ya no tenía mucho que decir en el partido, pero sí el Sevilla, que quería dejar una renta más amplia para un posible partido de vuelta trampa. Así, Gameiro, gafado toda la noche, anotó de cabeza tras un córner ensayado el 3-1, segundos después de haber estrellado un balón en el larguero. Marin, a dos minutos del final, culminó una gran jugada personal para subir el cuarto y definitivo tanto al marcador. Un respiro para lo sufrido durante gran parte del encuentro.


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