Después de leer la parrafada de los señores de Muchodeporte, no se si vomitar o pasar del tema, me parece una autentica vergüenza que algunos de los que se llaman profesionales del periodismo, puedan hacer valoraciones y análisis de los partidos tan deplorables, Creo que a estos señores que por no se que motivos intentan siempre con sus noticias inquinas hacerle daño al Sevilla, no deberían ni de andar por la ciudad porque seguro que la manchan con sus comentarios, no se puede hacer peor una crónica de la antesala del partido, ni poner tantas tonterías, teniendo en cuenta que vulgares es posible que sea su periodismo.
Y que hacer un análisis de un partido en el que se remato treinta y una veces a puerta, y solo decir que fue un desastre me parece una barbaridad, ni siquiera opino que no hablen del otro equipo de la ciudad porque ya sabemos que el trato es diferente, pero me temo que cuando salgáis alguno del portal os va a costar trabajo encontrar otro empleo parecido, (profesionales).
Aquí os dejo la joya de los muchachos:
VINO, TABACO Y CARAMELOS
El equipo que dentro de unas horas se mide al de Joaquín Caparrós Camino es el vivo retrato de la impotencia. Negarlo, después de sumar un punto ante los dos colistas en Nervión, sería engañarse a uno mismo y, lo que es más grave, a los lectores. El Sevilla puede estar dando paso previo a la vulgarización más absoluta. Mientras Javi Varas lo ha parado todo, el invento ha funcionado. Cuando el de Pino Montano ha dejado de hacer milagros, la realidad ha golpeado con dureza a un plantel que viaja a las Islas Baleares con lo justo. Sin Negredo, Perotti, Kanouté, el poder ofensivo sevillista está seriamente disminuido. A ver qué son capaces de hacer los hombres de Marcelino García Toral ante un conjunto, el bermellón, que con el utrerano en el banquillo todavía no conoce la victoria buscará optimizar sus modestos recursos. Lo poco que tiene. Cuatro empates en otras tantas salidas, alguna ciertamente peliaguda, son un buen aval visitante para el Sevilla. Salvo sorpresa, Manu del Moral actuará como única referencia ofensiva de un Sevilla que necesita como agua de mayo los tres puntos en disputa para no alimentar durante el parón liguero el debate de la mala planificación llevada a cabo por un rectores que, o toman medidas o están condenados a perder definitivamente el crédito ganado a base de títulos y buenos fichajes. Por cierto, va citado el japonés Hiroshi Ibusuki, la perla del Sevilla Atlético. Curiosamente, la última vez que los blancos cayeron en casa de los isleños debutó en Primera un filial (Soriano) ante la escasez de arietes que tenía el plantel entrenado por Marcos Alonso. ¿Se repetirá la historia una década más tarde? Ojala que no, porque la visita a Mallorca siempre ha supuesto un respiro para el Sevilla desde el cambio de milenio.
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