No se que solución habrá para el problema de resultados que esta teniendo nuestro Sevilla, pero a groso modo, las carencias que demuestra el equipo son harto evidentes.
La principal diríamos que es la del dominio del balón, en ningún momento el Sevilla ha llevado el peso del partido o en casi ningún caso, pero reconociendo que si en momentos puntuales el Sevilla ha tenido mas ocasiones de gol que el contrario. Peo el balón siempre nos ha quemado en las botas.
También podríamos argumentar que aunque nos queme el balón, no por eso el balón circule con mas o menos sentido pero circule, sin que se pierda la posesión del mismo, cosa que ocurre desgraciadamente muy a menudo y que con estas perdidas de balón no estamos si no suicidándonos deportivamente.
Si además le sumamos la falta de intensidad en algunos partidos, la lentitud exasperante y sobre todo y más grabe la falta de definición en momentos puntuales, por falta de planificación en los fichajes, véase el tema del delantero. Llegaremos a la conclusión que el Sevilla necesita un cambio de rumbo, que podría estar en la motivación presidencial aquella que pasaba en los tiempos de Jiménez, en la que nuestro presidente apretaba de manera efectiva al entrenador que teníamos en ese momento y que no se porque motivos, el presidente a dejado sorpresivamente de hacer.
No me cabe duda que los sevillistas queremos que vuelva el presidente valiente, el de los mensajes suicidas, el de la deuda de calderilla. Yo quiero que mi presidente me vuelva a ilusionar, ¡porque se puede ser de otro equipo!
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