La llegada al Sevilla de Juan Armet de Casteilví, conocido en el mundillo futbolístico con el sobrenombre de «Kinké», abre una nueva etapa en la historia sevillista. Hijo de una acomodada familia barcelonesa, procedía del Español de Barcelona. Coincidió con la expedición sevillista en Madrid y se vino a Sevilla en el mismo tren. Los adjetivos genial, bellísimo y artístico, comienzan con él a aplicarse en el mundo del fútbol. El nuevo jugador, que no se pensó dos veces su fichaje por el Sevilla, es considerado por algunos como el mejor futbolista de la historia del club. Al verle jugar, la afición quedó tremendamente impresionada, y comienza a asistir incluso a los entrenamientos. Las crónicas de la época, le definen como mago del balón, que hacía fácil lo difícil. Comienza a hablarse de un fútbol de seda y de una escuela sevillanísima creada por «Kinké», en la que el balón se escondía y se movía a golpe de arte. Su presentación oficial fue el 6 de marzo de 1917, y ganó el Sevilla por seis goles a cero al R.S. Alfonso XII de Mallorca. Pronto comienzan a nacer discípulos aventajados del estilo «kinkeniano», que incluso llegan a superarle. Los más notables fueron los componentes, junto al propio «Kinké», de la llamada «delantera del miedo», Escobar, «Spencer», León y Brand.
De esta escuela sevillana surge Pepe Brand. El «Petit » Brand, debutó con el Sevilla en la Navidad de 1918, en el campo del Mercantil, cuando sólo tenía 15 años, frente al Español de Barcelona del legendario Ricardo Zamora. El Sevilla perdió los dos encuentros por 1-O y 31, pero el único gol sevillista al gran Ricardo Zamora lo consiguió el «Petit» Brand, que después se convertiría en entrenador sevillista.
Al no existir competiciones oficiales nacionales, Paco Alba, tercer presidente sevillista, se esfuerza en organizar partidos amistosos. El primero de ellos fue con el Real Club Fortuna de Vigo. Perdió el Sevilla 3-0 en el primer partido y empató a cero goles en el segundo. Esta visita del equipo vigués a Sevilla, propició que el Betis se hiciera con los servicios del futuro internacional Balbino y que el Sevilla iniciara sus primeros contactos con el defensa Herminio, que un año después fichó por el club. Otro conjunto que visitó el Estadio Mercantil fue el Athletic de Madrid, con el resultado de una derrota y un empate. El conjunto blanco obtuvo así, otro gran éxito a nivel nacional.
Un nuevo enfrentamiento entre el Sevilla F.C. y el Real Betis se produce en la Copa de Andalucía de la temporada 1917-18. Poco antes, el Sevilla se hizo con los servicios del ex-bético Ramos, célebre por su oficio de cerillero. El fútbol era todavía amateur, pero ya se hablaba de profesionalismo encubierto. El fichaje de Ramos por el Sevilla provocó la baja de Lecompte, quien dijo si este bético juega en el Sevilla, yo me voy.
El primer partido de dicho duelo se disputó en el campo del Mercantil el 13 de enero de 1918, y venció el Sevilla por 3-2. El 24 de febrero se jugó el partido de vuelta en terreno bético, ganando los verdiblancos por el mismo tanteo. En éste, tuvo que intervenir la Guardia Civil en varias ocasiones. El desempate fue el 10 de marzo en el campo del Sevilla, elegido por sorteo. Los béticos Artola y Canda, dos de sus mejores hombres, no obtuvieron permiso para jugar, ya que cumplían el servicio militar. La orden de que permanecieran aquel domingo en el cuartel había sido dada por el Capitán General Ximénez de Sandoval. Se intentó incluso telegrafiar a S.M. el Rey Alfonso XIII pero al final se decidió enviar al equipo infantil del Betis.
El público, que pagó seis reales en preferencia y ocho gordas en general, se enfadó mucho. La prensa habló de partido «camelo» y así se cuajó el triunfo más abultado del Sevilla al Betis en toda su historia.
En esta época los sevillistas y béticos iban vestidos al campo contrario para ni siquiera utilizar los vestuarios del rival. Estos eran sus equipos de gala en aquella época: Sevilla: Mallén; Alcocer, Trujillo; «Niño» Vega, Ramírez, Pérez; Ramos, Escobar, «Spencer», «Kinké» y Cruz. Betis: Rodríguez Caso; Barzanallana, Canda; Salvador, Balbino, Barragán; Reixa, Carmelo, Artola, Cabeza y León.
Poco después, el Sevilla se desplaza a Huelva, pero el público impide que se celebre el partido. La Federación Sur se disuelve y el Español de Cádiz se retira del Campeonato. En aquel ambiente borrascoso, se proclama campeón el Recreativo de Huelva. El Sevilla marcha a Portugal para enfrentarse al Sporting de Lisboa y al Benfica.
Con dos partidos frente al Unión Sporting de Madrid, se inauguró el nuevo Estadio de la Victoria, los días 21 y 23 de octubre de 1918. El primero lo ganaron los madrileños por 2-0, y en el segundo el resultado fue de 3-3. La exigencia del ensanche urbanístico obliga a dejar el campo del Mercantil. El presidente Paco Alba, llega a un acuerdo con la Marquesa de Esquivel, y le arrienda una parcela en el Paseo de la Palmera a doscientos metros de la Venta de la Victoria, que sirve de vestuario y da nombre al nuevo Estadio Allí se trasladan las vallas rojas del Prado, los bancos de pista, una modesta tribuna para sillas, las porterías y poco más. Un año después se vuelve a inaugurar el Campo de la Victoria frente al Madrid, ganando los sevillistas por 5-1 y 3-2.
En la temporada 1918-19 vuelve a ganar el Campeonato de Andalucía el Sevilla al Recreativo de Huelva por 2 goles a 0. En el Campeonato de España se mide con el Barcelona, que gana 3 a 4 en Sevilla. y 3-0 en la Ciudad Condal.
En esta temporada se jugaron diez Sevilla-Betis, ganando siete veces los sevillistas y tres los béticos. Estos fueron los resultados: 2-0: 5-1: 6-2: 3-1; 4-0: 0-1; 0-2; 5-2; 2-3; 5-2.
En 1920, el Sevilla vuelve a obtener el Campeonato de Andalucía, tras vencer al Español de Cádiz por 5-1 en el último partido. Pero la Federación, atendiendo a una reclamación anterior del Betis, descalificó al Español por alineación indebida, y decide que la final deben jugarla Sevilla y Betis a partido único. El encuentro de desempate lo ganó el Sevilla por 3-2, tras haber concluido con igualada el primer partido.
En el Campeonato de España se enfrenta de nuevo al Barcelona, quien aprovechando sus influencias en la Federación obliga a que los dos encuentros se jueguen en Barcelona.
El Sevilla, víctima de la primera cacicada federativa, no aceptó, y denunció el caso a la Federación Sur. Sin embargo, este organismo no pudo hacer nada y el club hispalense fue multado por la Federación Nacional, ya que el Barcelona tenía mucha influencia.
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