jueves, 19 de diciembre de 2013

Si en cada partido poco importante bordeas el ridículo, lo terminas haciendo



Hay que tener ganas de escribir visto lo visto ayer por la noche, pero es mejor decir lo que uno piensa antes que dejarse llevar por la desgana que arrastra a este Sevilla.

El Sevilla o mas bien los jugadores no titulares y algunos que lo son, llevan tiempo demostrando por que lo son y sobre todo que no sirven para este proyecto. Como tampoco lo esta demostrando Unay Emery, discutido y discutible.

Pero aquí lo mas vergonzante es la poca profesionalidad demostrada por algunos jugadores de la plantilla que se arrastran en los partidos poco importantes por el campo, ya no solo eso si no que no reivindican el porque alguno pide paso y la titularidad en el Sevilla.

En los tiempos que vivimos y con la falta de trabajo me parece increíble que ciertos señores cada vez que le dan una oportunidad se dediquen a desperdiciarla tomándose unas vacaciones durante el partido. También me parece increíble los ataque s de entrenador al que nos somete a toda la afición Unay, porque parece que este señor es capaz de acabar con cualquier plantilla.

Después de ver el esperpento de ayer no me queda ilusión por lo que venga, porque verdaderamente el Sevilla es capaz de sacar un buen resultado en Villareal, pero también de hacer un inmenso ridículo.

Que lastima no tener un entrenador como Simeone que le pedía a sus jugadores un buen resultado con un 0 a 4 en la ida, que falta de vergüenza y de intensidad en el equipo, que falta de entrenador para saber corregir errores, en realidad que falta de todo.

No me quiero extender mas porque todos visteis lo que vi yo, en nuestras manos ni esta enmendarlo, ni cambiarlo y el que verdaderamente puede, no creo que ni tenga la fuerza ni sepa como hacerlo.

Seguramente si se pone un poquito de interés y tampoco es seguro con esta plantilla, pasemos la siguiente ronda de Europa y nos quedemos ahí, mientras que en la liga deambulemos entre el séptimo y el quinceavo, tocando un poco madera para que no nos veamos pidiendo la hora.


No nos queda otra que empujar, animar al equipo y tirar del carro como siempre ha hecho esta afición, no nos queda otra que soportar lo que nos viene y aguantar la vacas flacas igual que disfrutamos los tiempos de Bonanza. Que si fueron cortos también muy intensos.

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