domingo, 6 de enero de 2013

Era una guerra y había que ganarla





Era una guerra y había que ganarla

Sin duda este como dije no era un partido fácil, no íbamos a ganar de calle, porque Osasuna siempre juega al limite, defiende como nadie, sabe a lo que juega con los medios que tiene, y además tiene un entrenador muy inteligente.

De momento el Sevilla tiene mejores jugadores, pero no impone un estilo propio a veces no sabemos si este equipo esta echo para dar un cerrojazo, o tal vez para jugar un futbol alegre, porque además todavía y desde que se lesiono Trochowski, no tenemos un once que se pueda repetir. Así que lo mejor que podemos decir es que ganamos metiéndonos en el fango de Osasuna, a ver si esto nos impulsa hacia arriba.


Cronica Orgullo de Nervion

El Sevilla volvió a la senda de la victoria, aunque no sin sufrimiento. De hecho, la primera parte del los locales rozó lo pésimo, con un Osasuna mucho mejor plantado sobre el césped. Los sevillistas se mostraban faltos de ideas ofensivas, con el único recurso del balón en largo a Negredo, y nerviosos en defensa. La grada se impacientó, viendo como eran incapaces de doblegar al colista de la categoría. Sin embargo, tras el descanso cambió la cara de los blanquirrojos. Puede que con más corazón que fútbol, los de Míchel empezaron a dominar más el encuentro teniendo varias ocasiones para abrir la lata. No fue hasta el final cuando terminó llegando el gol de la victoria, en una jugada que pudo resumir el partido por el trabajo que costó terminarla, cuando Spahic mandó el balón dentro de la portería rojilla.

1 - Sevilla FC
Diego López; Cicinho, Fazio, Spahic, Navarro; Kondogbia (Perotti, m. 67), Medel; Navas, Rakitic (Hervás, m. 90), Reyes (Maduro, m. 84); y Negredo.
0 - Osasuna
Andrés Fernández; Damia (Nano, m. 78), Miguel Flaño, Rubén, Marc Bertrán; Nino, Puñal, Oier, Cejudo (Lamah, m. 70), Armenteros; y Kike Sola. .
Goles
1-0, m. 83, Spahic.
Árbitro
Del Cerro Grande (C. Madrileño) amonestó a Cicinho, Spahic, por parte del Sevilla; y a Marc Bertrán, por el Osasuna.
Incidencias
Noche fría y despejada. Terreno de juego en perfectas condiciones. Unos 22.000 espectadores en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Partido correspondiente a la 18ª jornada de la Liga BBVA.


Empezó el partido con un Osasuna presionando arriba la salida de balón del Sevilla. En la grada el ambiente, una vez más, seguía enrarecido, con un Gol Norte cantando en contra del presidente Del Nido mientras el resto del estadio silbaba dichos cánticos. Con el paso de los minutos el conjunto nervionense se fue asentando sobre el campo, cobrando un mayor protagonismo en el partido. La pelota la movía más el Sevilla, con Reyes navegando por el medio con mucha libertad de movimientos. Sin embargo, pasados los primeros 20 minutos, la balanza volvía a equilibrarse, hasta el punto de que era incluso Osasuna el equipo que más tenía el esférico, mientras el público poco a poco se iba impacientando, dividiéndose entre pitos y cánticos en los que pedía más casta a los suyos.

Los locales estaban encerrados en su propio campo, sin ideas para intentar parar el empuje osasunista. En el 25, un disparo de Armenteros era despejado a córner, el sexto rojillo, despertando una pitada cada vez más sonora en la grada. Pasada la primera media hora del encuentro, Reyes veía a Negredo y le servía un buen balón en profundidad que lo dejaba sólo ante el portero. Sin embargo, el vallecano no acertó con la vaselina, en la ocasión blanquirroja más clara hasta ese momento. Los de Míchel se limitaban a colgar balones largos para que Negredo intentara bajar alguno. Algo que casi nunca ocurría, por lo que se llegó con tablas al descanso, con la grada tremendamente enfadada con los suyos.

Tras el paso por los vestuarios, el Sevilla pareció salir algo más enchufado, aunque sin demasiados alardes. Una buena falta a balón parado, botada por Reyes, era prolongada en el segundo palo por Medel al punto de penalti. Tras un remate fallido de Fazio, Kondogbia se vio solo con la pelota en el área chica, aunque sin mucho espacio para pensar. Su disparo fue repelido por Andrés. Con el paso de los minutos, los nervionenses fueron adelantando sus líneas, a la vez que el balón circulaba cada vez con más fluidez. Otra vez Reyes dejaba sólo a Navas, que sorteó al portero y, casi sin ángulo, mandó el balón a la madera. Eran los mejores momentos del Sevilla, que logró hasta enchufar a su público. Míchel dio entonces entrada a Perotti por Kondogbia para tratar de rematar la faena. El encuentro entró entonces en una fase peligrosa. El gol se olía, pero cualquier despiste habría supuesto un drama muy difícil de superar. Finalmente, tras un córner botado por Reyes que Fazio cabeceó al poste, el utrerano volvió a templar el esférico para que el argentino rematara una vez más. El cabezazo fue despejado por Andrés, la pelota quedó muerta en el área chica y Spahic, al fin, mandó la pelota al fondo de las mallas, casi al final del encuentro.

Míchel decidió entonces echar el cerrojo, sacando del campo a Reyes, que se fue ovacionado, por Maduro. El partido apenas tuvo más historia. Osasuna lo intentó, pero sus acometidas fueron infructuosas. En un córner con el tiempo casi cumplido, subió el portero osasunista para intentar rascar el empate. La tensión era evidente, aunque al final el Sevilla pudo salvar tres puntos muy importantes. Europa sigue estando lejos, aunque, al menos, consigue respirar un poco viendo algo más alejados los puestos de abajo.


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