"El Cajasol revitaliza sus opciones coperas". Así rezaba el titular de la crónica que ofreció el club en su web oficial. Una frase muy real porque se había ensombrecido el panorama, a pesar de que lleva viviendo la mayor parte de la primera vuelta entre los ocho mejores, después de los dos patinazos anteriores. Revitalizado es un adjetivo acorde a la situación. Primero, sale del bache con un triunfo que lo deja a tiro de otro para estar en la cita en el Palau Sant Jordi en febrero; segundo, sale del letargo, del atolondramiento, de los últimos minutos de los encuentros y pasa a dominarlos gracias a su mejor activo, la defensa.
Recuperó la vida aunque el CAI, enemigo directo en pos del primer objetivo de la temporada, metiera el miedo en el cuerpo y se plantara en el periodo definitivo con un margen de cuatro puntos y con inercia positiva. De paso, cuando sonó el bocinazo final el Cajasol había conseguido la máxima diferencia, 13 puntos, que le vale para tener un average general favorable de +50, el segundo mejor coeficiente de los equipos implicados en la pelea por las tres vacantes coperas. Valor añadido.
El partido estaba catalogado como de alto riesgo. No hay duda de que el CAI entrañaba peligro y de hecho metió el miedo en el cuerpo a la grada, que recordaba bien que ya formó la traca el equipo maño en San Pablo el curso pasado. Y no había duda tampoco de que el Cajasol no afrontaba el duelo en su mejor nivel de juego. Pero un cuarto final perfecto en la parcela defensiva, liderado por un Pancho Jasen que enmendó la plana tras siete partidos seguidos muy flojos, desarboló a un adversario al que se le había puesto con el viento a favor la contienda.
¡Qué bueno que volviste, Pancho! ¡Y qué bueno que volvisteis, cajistas! Porque un tropiezo habría dejado tocadísimo al equipo en un momento de la Liga poco propicio, si es que hubiera alguno propicio. Jasen se asoció en ataque con Bogdanovic en esos 10 minutos de máxima tensión y sacó a relucir la experiencia de perro viejo, sacando dos faltas de pillo a los aragoneses, robando alguna bola crucial y sumando con triples y también con un medio gancho cuando la sirena estaba al borde del pitido de final de posesión. Eso, unido a ese esfuerzo en la retaguardia que exige Plaza y que apareció en ese cuarto, dejando al CAI en seis puntos en dicho episodio, disparó al Cajasol cuando todos pensaban que se viviría un ocaso de choque no apto para corazones débiles. No fue así, a Dios gracias.
El intento de última hora de fracturar la dinámica cuesta abajo del CAI llevó a José Luis Abós a colocar una zona en el día de más acierto en el triple de los hispalenses. Antes de la decisión del técnico de los maños ya había anotado de tres Bogdanovic, que repitió la operación nada más robarle Jasen un rebote a Hettsheimer. Replicó Stefansson rápidamente, pero el Cajasol ya estaba con el pecho y la moral henchidas y Jasen se la jugó desde 6,75 para neutralizar el acierto del islandés: 69-62, minuto 37.
El argentino se lució con una canasta al final de la posesión y luego, demostrando que el equipo había cambiado la cara y se estaba divirtiendo, Urtasun le regaló un pase brillante a Satoransky para levantar San Pablo con alley oop maravilloso. Quiso más y más el Cajasol, entusiasmado al comprobar que la defensa hacía su trabajo. Cuatro puntos más de los locales y ninguno de los zaragozanos dejaron el marcador en 77-64 y, sobre todo, provocaron que el equipo se fuera a la caseta convencido de que no está hundido y de que en un duelo a vida o muerte resultó vencedor.
Antes, en los dos primeros cuartos, se vio también que no son mancos los cajistas desde el triple, anotando 6 de 10, y llevando el mando siempre, aunque la defensa entonces no estuviera al tono deseado por el entrenador. Davis se encargó de las labores en ataque, pero Plaza no estaba convencido del papel de su equipo hasta entonces porque el CAI seguía echando el aliento al cogote de los locales. En el tercer parcial aparecieron los fantasmas cuando los visitantes, con los incisivos Aguilar y Wright, remontaron.
Entonces, en el minuto 31, dos canastas de los mejores, Bogdanovic y Jasen, equilibraron el choque. Entonces, la fe en la defensa se hizo carne para ya sin Davis en el campo, con el guerrero Rubio, Satoransky y Urtasun completando el quinteto antes de que entrara Triguero, recuperar el camino hacia la Copa. Queda un triunfo más.
- Ficha técnica:
77 - Cajasol Banca Cívica (25+17+12+23): Calloway (7), English (9), Tepic (5), Guille Rubio (-), Davis (17) -cinco inicial-, Satoransky (2), Triguero (2), Urtasun (6), Pancho Jasen (14) y Bogdanovic (15).
64 - CAI Zaragoza (22+15+21+6): Van Rossom (5), Wright (19), Stefansson (11), Pasco (-), Hettsheimeir (8) -cinco inicial-, Almazán (-), Cabezas (6), Archibald (3), Toppert (-) y Aguilar (12).
Árbitros: Juan Luis Redondo, Juan Carlos García González y M.Sánchez. Eliminaron por cinco faltas al local Guille Rubio (m.37).
Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante 4.700 espectadores.
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