Conducido una vez más por un excepcional Paul Davis (26 puntos, 34 de valoración), el Cajasol venció en Santiago de Compostela y se aseguró así su participación en la fase final de la Copa del Rey, de la que sólo lo sacará una diabólica combinación de resultados que propicie un cuádruple empate en la última jornada de la primera vuelta. El Obradoiro, animoso y sólo eso, no fue rival en ningún momento, ya que los de plaza arrancaron con un parcial de 3-14 y se mantuvieron todo el partido en diferencias que rondaron entre los diez y los quince puntos, para aflojar al final, cuando el triunfo era un hecho.
OBRADOIRO (70): Palacio (11), Bulfoni (7), Ere (3), Hopkins (2), Lasme (9) -quinteto inicial-, Kendall (7), Rodríguez (4), Corbacho (20), Junyent (2) y Washington (5). CAJASOL (77): Satoransky (1), Urtasun (5), Jasen (6), Bagdanovic (11), Triguero (4) -quinteto inicial-, Paul Davis (26), Calloway (6), Tepic (4), English (11) y Sastre (0). Árbitros: Pérez Pizarro, Bultó y Cardús. Eliminaron por faltas a Lasme y Washington.
Cajasol, ganando un partido que tenía que ganar, está virtualmente en la Fase Final de la Copa del Rey. Gracias, principalmente, al partidazo de Paul Davis ante sus ex (26 puntos). Jugando a medio gas y saliendo desde el banco, el pivot norteamericano se bastó para derrotar a un Obradoiro que soñó con la remontada en el último cuarto tras los aciertos desde los 6.75 de Corbacho (6 al final del pleito).Los de Joan Plaza salieron con toda la cuerda dada (0-8 y 3-14). Con la idea de marcar territorio desde el inicio. Con Bogdanovic y Davis como principales estiletes ofensivos. Y pese a que el cajista Rubio se empeñó en darle vida a los gallegos con tres errores lamentables (10-16), sus compañeros no querían que los gallegos se metieran en el pleito (12-21, minuto 10). +9, que se fueron a los 17 en los albores del segundo acto (16-33). La cosa parecía bien encaminada. Al descanso, 24-37. Medio partido en el bolsillo tras unos 20 bastante notables. Con, por cierto, el estreno liguero de Joan Sastre tras mucho tiempo en el dique seco.
La lógica reacción de los hombres de Moncho Fernández en la reanudación (28-38), quedó pronto cortada gracias a los puntos de Davis y a un triple de Rubio (30-47, minuto 25). Tres triples a la desesperada de Corbacho permitieron a Obradoiro encarar el último parcial con un marcador que todavía les permitía soñar con la remontada (47-58). Davis, como siempre, era el encargado de romper los sueños locales (55-69, minuto 34). Algo extraño tendría que ocurrir para que Cajasol no acabara la semana con nueve triunfos en el casillero. Extraño, como que Corbacho comenzara a ver el aro como una piscina (64-71, minuto 36). No era cuestión de tirar por la borda todo el trabajo realizado. No, porque Davis tiró del carro cuando más falta hacía. Para rubricar un alegrón que huele a Copa.
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