Que no nos amarguen, que no nos desilusionen, que no nos engañen, no creo que jamás haya algo que nos alegre o nos defraude mas que el futbol, son nuestras lagrimas y nuestras sonrisas, son nuestro apoyo, a veces nos da hasta la vida, para algunos es mas fuerte que una religión.
Pero esto es mas grande de lo piensan los que lo organizan, en el futbol hay sentimientos a flor de piel, hay familias enteras que disfrutan que sienten y que penan por el mismo, es un sentimiento tan grande que mueve masas, que es utilizado por poderes y gobiernos, para alentar a las mismas.
El futbol es algo muy grande, y son las federaciones, los organizadores y los jugadores, la parte que debía de estar mas implicada, la que defrauda a los que hacemos el futbol, a los aficionados, a los tifosi, a los socios y abonados, a los accionistas, a las personas que siguen un equipo sin importar nada ni nadie. Nacemos con unos colores y morimos por ellos, cuantos niños tendrán la ilusión de jugar alguna vez en el Sevilla, cuantos sueños frustrados, cuanto me hubiera gustado haber pisado algunas vez el césped del Ramón Sánchez Pisjuan, pero nosotros jamás podremos defender en el campo nuestro escudo, por el que daríamos la sangre, los que verdaderamente pueden son gentes de diferentes países y religiones, Privilegiados algunos por su físico, otros por los conocidos que lo metieron en este negocio, y muchos otro por el trabajo que realizaron para llegar honradamente aquí.
A estos señores que defienden este escudo solo les voy a pedir que suden sangre el sábado, solo les voy a pedir que quieran ese escudo, que se sientan de nuestra familia el sábado, que su religión sea el Sevilla en el partido, porque lo que mueven es mas grande que lo que ellos representan, ellos mañana no estarán aquí, pero se les recordara por lo que nos dieron o nos quitaron, el sábado solo habrá un grito en el campo, Sevilla Futbol Club. No nos defraudéis.
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